José Antonio Primo de Rivera, hijo mayor de Miguel Primo de Rivera que había sido presidente del Directorio entre 1923 y 1930, siguió en parte los pasos de su padre, ya que fue el creador y líder del Partido Falange Española. Jose Antonio Primo de Rivera cursó sus estudios de derecho hasta el final y una vez acabada su carrera, inició sus primeros pasos en la vida de la política del lado, por supuesto, de la derecha reaccionaria y contrarrevolucionaria. Comenzó participando en 1930 en el proyecto político de la Unión Monárquica Nacional donde obtuvo el cargo de vicesecretario general del partido. Creó más tarde el Movimiento Español Sindicalista que daría paso al futuro partido de la Falange Española, que fue fundada finalmente en el Teatro de la Comedia de Madrid, el 29 de octubre de 1933.
En noviembre de ese mismo año el partido ya obtuvo su escaño en las Cortes. Este partido comenzó con muy pocos apoyos, por lo que el líder del partido buscó apoyos entre los que iban en contra de la Repúbica. Primo de Rivera, lanzó el partido con carácter insurreccional, quería llevar a cabo un golpe de estado. Estuvo mucho tiempo elaborando planes para que cuajase el golpe de estado.
El 8 de marzo se concretó el plan para lanzar el golpe de estado encabezado por el general Sanjurjo y el 14 de marzo se encarceló a Primo de Rivera por posesión de armas en la cárcel de Madrid y el 5 de junio fue trasladado a la cárcel de Alicante. A través de cartas y de visitas a su celda. dirigió a la Falange tratando de llevar la iniciativa en la insurrección. Se puso en contacto sobre todo con Mola, a quien encargó dirigir la insurrección.
Finalmente cuando se produjo el 18 de julio
de 1936 la insurrección, Primo de Rivera seguía encarcelado en Alicante y
llevaba tiempo preparando su posible fuga de aquel lugar pero nunca lo
consiguió.
4 meses antes de la muerte de Primo de Rivera cambió su pensamiento defendiendo el
fin de la guerra mediante un acuerdo entre ambos bandos, el republicano y el
nacional. España se deshace decía, y la única manera de parar esto es mediante
el cese de esta guerra que les llevaba a la ruina. Pero los planes que este
proponía no fueron nunca aceptados por el gobierno de la república. Se piensa
que si se hubiera seguido los consejos de Primo de Rivera los problemas que la
Guerra Civil trajo consigo, nunca se habrían producido.
Su situación en la cárcel vino a agravarse
cuando se descubrieron en su celda dos pistolas y cien cartuchos. Se les
incomunicó del exterior, a él y a su hermana, no podían recibir correo ni
prensa y mucho menos escuchar la radio, privilegios que antes no se les
privaba.
Con el comienzo de la guerra civil comienzan los intentos para
canjear a Primo de Rivera. Una petición para llevar a cabo la liberación de
este llega a Prieto, quien propone liberar a José Antonio a cambio de 30 presos en manos de los nacionales y 6
millones de pesetas.
Franco lo acepta pero finalmente Prieto le informa que el plan es
prácticamente imposible debido a que los anarquistas que controlaban la cárcel
donde Primo de Rivera se encontraba, no dejarán nunca a este en libertad.
Los intentos de liberación continuaron y se propone canjear a José Antonio por un hijo de Largo Caballero, aunque esta operación era la que parecía que tenía más posibilidades de no fracasar, terminó fracasando como todas las anteriores.
Por último Queipo de Llano a pesar del enfrentamiento que había tenido anteriormente con Primo de Rivera, entregó una gran cantidad de dinero para conseguir liberar a este, pero tampoco lo consiguió.
Los intentos de liberación continuaron y se propone canjear a José Antonio por un hijo de Largo Caballero, aunque esta operación era la que parecía que tenía más posibilidades de no fracasar, terminó fracasando como todas las anteriores.
Por último Queipo de Llano a pesar del enfrentamiento que había tenido anteriormente con Primo de Rivera, entregó una gran cantidad de dinero para conseguir liberar a este, pero tampoco lo consiguió.
Finalmente el 20 de noviembre llegó el día del fusilamiento de
Primo de Rivera, acusado por encabezar la insurrección, lo que entonces era
motivo de fusilamiento.
A las 6 de la mañana de aquel día a su hermano Miguel que estaba
preso en esa misma cárcel, se le comunicó que su hermano iba a ser fusilado,
Miguel fue a visitarle a su celda, como este había pedido antes de su
fusilamiento. Al despedirse se abrazan y José Antonio le dice a su hermano unas
palabras en inglés: «Help me to die with dignity». (Ayúdame a morir con
dignidad).
José Antonio vestía con una chaqueta gris sobre un mono azul y un abrigo de color claro.
José Antonio vestía con una chaqueta gris sobre un mono azul y un abrigo de color claro.
El fusilamiento se llevó a cabo en el patio de la enfermería de la
cárcel de Alicante, donde se preparó un piquete de ejecución, formado por 12
hombres. Seis de ellos pertenecientes al quinto regimiento y seis milicianos de
la FAI. Además en ese mismo patio se encontraban unos guardias de asalto para
colaborar si hiciera falta. Primo de Rivera llegó al patio sobre las 6 y media
de la mañana de aquel día, pero no llegaba solo, además venían con él dos
falangistas y dos carlistas.
José Antonio se dirigió al sargento de la guardia de asalto , y le
dijo: «Como siempre que se fusila se derrama sangre, yo quisiera que se
hiciera desaparecer la que yo vierta para que mi hermano no la viera». A
continuación se dirigió a los 12 hombres que iban a disparar y les preguntó
preguntó: «¿Son ustedes buenos tiradores?», le respondieron obviamente
que sí.
Entonces el sargento dio la orden de disparar. Sonaron doce disparos.
Los cadáveres fueron trasladados en una ambulancia al cementerio de Alicante. Se enterraron en una fosa común sin mortaja ni ataúd. El cadáver de José Antonio recibió el número de orden 22.450 de la fosa común número 5, fila 9.ª cuartel número 12.
Entonces el sargento dio la orden de disparar. Sonaron doce disparos.
Los cadáveres fueron trasladados en una ambulancia al cementerio de Alicante. Se enterraron en una fosa común sin mortaja ni ataúd. El cadáver de José Antonio recibió el número de orden 22.450 de la fosa común número 5, fila 9.ª cuartel número 12.
Antes de su fusilamiento entra en la capilla y pide un confesor,
que será el sacerdote
José Planelles Marco, Era sacerdote de Aigües, natural de Sant Joan d'Alacant, y no se le conocía cargo político alguno. Aunque tenía libertad para salir de prisión, no lo hizo y fue ejecutado 9 días después que José Antonio por lo que su secreto de confesión nunca se supo, pues murió con él.
José Planelles Marco, Era sacerdote de Aigües, natural de Sant Joan d'Alacant, y no se le conocía cargo político alguno. Aunque tenía libertad para salir de prisión, no lo hizo y fue ejecutado 9 días después que José Antonio por lo que su secreto de confesión nunca se supo, pues murió con él.
Una
vez llevado a cabo el fusilamiento el comandante militar de Alicante, coronel
Sicardo, recogió todas las pertenecías de José Antonio que se encontraban en su
celda y se los envió a Prieto. Entre estos objetos se encontraban varias
prendas de ropa recortes de periódicos, y lo más importante el testamento de
José Antonio. Una copia del mismo fue remitida a Serrano Suñer, cuñado de
Franco.
Franco manda recuperar el cadáver de José Antonio y se lleva (a pie y en silencio) hasta Madrid, dónde es enterrado en el Campo de Concentración para "rojos" llamado "El Valle de los Caídos".
Franco manda recuperar el cadáver de José Antonio y se lleva (a pie y en silencio) hasta Madrid, dónde es enterrado en el Campo de Concentración para "rojos" llamado "El Valle de los Caídos".
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