La Guerra Civil Española, tuvo grandes repercusiones en Alicante aunque durante la guerra fuera más que una ciudad en el frente, fue una ciudad de retaguardia. Pero a pesar de esto en el frente lucharon y murieron gran cantidad de jóvenes alicantinos.Como era una ciudad de retaguardia gran cantidad de edifcios de la ciudad se conviertieron en hospitales para cuidar a los heridos durante la guerra, además se acogía a miles de refugiados que huían de las ciudades donde Franco ya hacía llegado.
Las repercusiones en la ciudad comenzaron nada más estallar la guerra, con el fusilamiento del 20 de noviembre de 1936 de Primo de Rivera, líder de la Falange Española José Antonio Primo de Rivera. Este hecho tuvo una trascendencia nacional y marcó a Alicante, deshonrándola durante muchos años.
Durante la guerra, la vida política e institucional alicantina estuvo en manos de los partidos “marxistas”, socialistas y comunistas, acompañados de los anarquistas, y de algunos republicanos. La razón fue que, al estallar la guerra, se produjo una revolución igualitaria de carácter proletario que recorrió desde la economía, pasando por las instituciones políticas, hasta llegar a la ideología y las costumbres. Las divisiones y enfrentamientos fueron casi permanentes en Alicante durante la Guerra Civil. Alicante había sufrido demasiados bombardeos durante la guerra y como consecuencia de esto y de los enfrentamientos que tuvieron lugar en nuestra ciudad Alicante se encontraba en un estado trágico al final de la guerra, siendo la última ciudad donde los republicanos resistieron, todas las ciudades republicanas habían caído ya, y la única que quedaba era Alicante, pero las malas condiciones de esta debido a las consecuencias de la guerra, y sobre todo la gran falta de alimentos, no ayudaron a que Alicante resistiera ya no se podía evitar más dolor y la ciudad Alicantina se rindió. Fue en el puerto de Alicante donde la república vio sus últimas horas, pues corrían rumores de que tras el golpe de estado fracasado de Casado, en el puerto de Alicante las tropas franquistas permitirían a cualquier persona que quisiera exiliarse y abandonar España, entonces toda controlada por Franco. Como consecuencia de este rumor se concentraron en el puerto de Alicante gran cantidad de refugiados, que intentaban huir del ejército de Franco esperando barcos para exiliarse y no soportar la represión que les esperaría en aquel país controlado por Franco, donde los republicanos no iban a tener un buen papel. Se calcula que fueron entre 12000 y 15000 personas, aunque algunos autores nos hablan de cifras de hasta 30000.
El problema es que la república no contaba con esa gran cantidad de barcos para trasladar a todas las personas que se habían concentrado en el puerto. Los republicanos solo podía contar con la ayuda naval de Francia y Gran Bretaña, sin saber nada de la URSS que siempre había estado dispuesta a ayudar a la república.
El 28 de marzo llegaron al puerto de Alicante dos barcos:
El viejo carbonero inglés Stambrook, con su capitán, Andrew Dickinson que se aventura y burla el bloqueo de la escuadra franquista. Este consigue embarcar nada menos que 2638 pasajeros entre los cuales se encontraban 2.240 eran hombres y 398, mujeres; 147 eran niños, de los cuales 15 eran menores de un año y de entre éstos, algunos eran recién nacidos. El Stambrook zarpó el 28 de marzo a las 11 de la noche.
El Maritime, también británico, muy diferente del anterior pues su capitán sólo aceptó 37 pasajeros y zarpó prácticamente vació.Tras la marcha del Stanbrook, quedaron atrapadas allí unas catorce mil personas republicanas.El intento de otros barcos como el Winnipeg y algunos mercantes franceses por llegar al muelle y trasladar a las personas allí atrapadas, fue fallido, pues fueron detenidos.
Estas promesas hacia los republicanos de que podría exiliar no eran más que una táctica de los falangistas para mantener a los republicanos en calma y sobre todo desarmados.
Los últimos republicanos refugiados en el puerto tenían la esperanza de salir en un barco que nunca llegó. La desesperación por el barco que no llegaba hizo que muchas personas allí refugiadas se quitasen la vida. (entre 22 y 136 según diversas fuentes).
Ante la larga espera de un barco que nunca llegaría , la ciudad finalmente fue ocupada por las tropas italianas de la División Littorio, al mando del general Gastone, el jueves 30 de marzo de 1939. Estas tropas rodean con sus armas lo que queda de la República. Entonces los derrotados comienzan a romper los documentos que acreditan su filiación, ya no son nadie. Ya no hay salida. De esta manera la ciudad de Alicante se convirtió en una gran prisión.
El día 31 llegaron al puerto dos barcos pero se trataba de dos barcos nacionalistas (el canarias, y el Vulcano) que desembarcaron soldados. Los republicanos prisioneros, fueron trasladados a un campo de concentración, los almendros, situado entre la Goteta y Vistahermosa, donde vivieron en unas pésimas condiciones sin comida e incluso sin agua durante poco menos de unas semana, pues fueron trasladados a varias cárceles y al campos de concentración de Albatera. Mientras, otros republicanos prisioneros eran encerrados en los castillos de Santa Bárbara y San Fernando, en la Plaza de Toros, en algunos cines, en la Escuela de Ciegos y en el Reformatorio de Adultos.
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